Las directrices europeas de buenas prácticas sobre la sujeción de la carga para el transporte por carretera establecen una serie de principios para la carga de un vehículo comercial ligero (VCL).
Además del requisito de que la unidad de carga esté limpia, seca y sea segura, se aplican las siguientes normas generales:
- El mamparo debe estar en buen estado (sin daños y suficientemente resistente)
- El soporte de la lona corrediza (si existe) debe estar en buen estado y todas las planchas deben estar en su sitio.
- El desgaste y la corrosión de los puntos de amarre deben recibir siempre la atención de un experto.
- Debe haber suficientes puntos de anclaje en el vehículo.
-El equipo de amarre no debe estar dañado, debe estar limpio y en buen estado.
Todas las obligaciones que también se aplican al resto del tráfico de mercancías por carretera se aplican a la sujeción segura de la carga en una furgoneta, como también se describe en el artículo para camiones caja, remolques y semirremolques. La mercancía debe estar sujeta de acuerdo con las normas aplicables para que no pueda moverse durante la conducción, incluso al tomar curvas cerradas o frenar bruscamente. Esto se aplica a cualquier furgoneta, incluido el vehículo comercial de un fontanero, contratista o electricista, ya sea abierta, cerrada o equipada con una caja de carga forrada de lona.
Hay que tener especial cuidado al sujetar la carga en furgonetas porque estos vehículos suelen sufrir más aceleraciones que los camiones. La potencia del motor de una furgoneta suele permitir aceleraciones enérgicas y curvas rápidas. Por tanto, hay que tener mucho cuidado a la hora de distribuir el peso y sujetar la mercancía.
A menudo, la furgoneta dispone de una zona de carga separada de la cabina del conductor por un mamparo reforzado o sin reforzar.
A menudo se utilizan planchas de mobiliario como refuerzo. Una mampara de cristal en el mamparo permite al conductor mirar hacia atrás, pero es muy vulnerable. Especialmente los objetos puntiagudos y, por ejemplo, los tubos metálicos la atraviesan con facilidad durante una frenada brusca.
La mayoría de las furgonetas se componen de chapa metálica sobre un bastidor. A este bastidor pueden fijarse sistemas de raíles, que contienen orificios que pueden utilizarse para sujetar correas de amarre, por ejemplo. Esto permite fijar individualmente a la pared mercancías como cajas, barriles y cajones.
Las furgonetas están equipadas con puntos de anclaje en el suelo de carga y en las paredes laterales. Pueden utilizarse para fijar correas o redes. Pueden fijarse raíles de amarre independientes (normalmente raíles de aluminio para aviones) a alturas y anchuras adecuadas al tipo de transporte. Al sujetar la carga, debe prestarse atención a la carga máxima en estos puntos. Esto incluye no sólo la fuerza al amarrar las correas, sino especialmente la fuerza centrífuga creada al tomar las curvas a una velocidad algo mayor. Si una correa de amarre se rompe y la carga se suelta, pueden producirse daños importantes en la mercancía y en el vehículo.
Al igual que en los camiones, hay que asegurarse de que los ganchos sean adecuados para los puntos de anclaje. El gancho debe encajar sin esfuerzo en la argolla de amarre y no ser ni demasiado grande ni demasiado pequeño, porque si el gancho puede soltarse, el amarre no tiene ninguna utilidad.
Los transportistas que entregan muchos paquetes suelen tener el problema de que tardan demasiado tiempo en volver a sujetar la carga restante después de cada entrega. A menudo se limitan a barajar un poco las cajas con la esperanza de que no se deslicen demasiado durante el trayecto. En la distribución urbana no se suelen alcanzar grandes velocidades, pero un tramo de circunvalación puede formar parte fácilmente del trayecto. Siempre se producen giros bruscos y frenazos bruscos.
Una solución para ahorrar tiempo en este caso es formar compartimentos colocando mamparas. Al igual que en el caso de las furgonetas, existen mamparas bajas, semialtas y altas que pueden fijarse a la carrocería de la furgoneta mediante sistemas de pilares. Los tabiques pueden ser de tablas, placas o celosías. Con un segundo piso de carga elevado también se pueden crear compartimentos horizontales. Por ejemplo, debajo del suelo de carga pueden almacenarse objetos largos, como tuberías o tubos, y encima, objetos más pequeños.
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